En Mérida naceu estes días o Colectivo La Trastienda que pretende "ser instrumento de información y movilización en lo relacionado con los derechos sociales, pero cuestionando al mismo tiempo los límites del asistencialismo y del “oenegeismo”. Baladre, las Oficinas de Derechos Sociales, la Parroquia de Entrevías o la organización popular en las llamadas Poblaciones de América Latina son algunas de nuestras referencias."
Inauguran a súa actividade cun acto nas portas dunha oficina do INEM convocado pola Coordinadora Anticapitalista de Extremadura, que eles promoven, que leva por título: ¡BRINDIS CON AGUA CONTRA LA SUPRESIÓN DEL SUBSIDIO DE LOS 420 EUROS!. Este acto quere por de manifesto o descontento contra esta medida e contra as políticas sociais do Goberno de Zapatero que están a provocar que aumente a pobreza e a exclusión mentres os ricos seguen acumulando riqueza.
Así explican o nacemento deste colectivo:
Ha nacido el Colectivo La Trastienda. Hemos nacido en la trastienda de un pequeño comercio, en una pequeña sala cedida por una amiga sabedora y cómplice de nuestras conspiraciones. Pero también hemos visto la luz en otra Trastienda, la de una sociedad enferma de capitalismo, engreída en el consumo, instalada en la resignación y en el cinismo. Estamos detrás del escaparate, detrás de las tribunas, detrás de las páginas tramposas de los medios de incomunicación de masas.
Venimos de naufragios y viajes diversos. Unos lucharon y luchan con el nombre de Marx en los labios, a otros les acompañó y les acompaña más el de Bakunin, el de Paulo Freire o el de Helder Cámara. Cada uno de su padre y de su madre, pero todos anticapitalistas, todos aspirando a que entren en la escena las dos ausentes y bellas hijas de la esperanza, la ira y el coraje.
También nos juntaron en La Trastienda las Crisis, la económica y la de valores, la precariedad social y la abulia ideológica, el estallido del espejismo económico y la corrupción de la política dominante. Nos juntó la rabia frente a la soberbia mancomunada de Mercados, Capitales, Imperios... Tanteamos respuestas, Asamblea contra el Paro, Coordinadora Anticapitalista, Contracumbre contra la Europa del Capital, peleamos por abrir cauces unitarios de lucha, en un panorama de orgullosas autosuficiencias y espléndidos aislamientos.
En el camino empezaron a sonar con fuerza dos palabras, Búsqueda y Proceso. Búsqueda y construcción de alternativas políticas (globales, radicales) y proceso de acción-reflexión abierto a la incorporación de nuevos integrantes, con un enfoque hacia los jóvenes, mujeres y hombres más desfavorecidos.
La Trastienda es un espacio de búsqueda y de resistencia. Sabemos lo que no queremos ser. No somos un partido o un sindicato, no nos presentamos a las elecciones, no queremos subvenciones del poder. No aceptamos la dicotomía artificial entre lo político y lo social: nuestros pies pisan barro pero nuestros ojos no sólo miran el charco sino también el horizonte. Queremos luchar por la protección plena a todas las personas desempleadas pero también por la Renta Básica; contra el Copago Sanitario pero también contra las multinacionales españolas que boicotean la liberación de Venezuela o Bolivia.
Pretendemos ser instrumento de información y movilización en lo relacionado con los derechos sociales, pero cuestionando al mismo tiempo los límites del asistencialismo y del “oenegeismo”. Baladre, las Oficinas de Derechos Sociales, la Parroquia de Entrevías o la organización popular en las llamadas Poblaciones de América Latina son algunas de nuestras referencias.
Queremos contribuir a la educación y la formación en el campo de la lucha social, pero desde una perspectiva que supere las jerarquías de educador y educando, un espacio pedagógico donde aprendamos todos en condiciones de igualdad. Este ámbito de formación debe involucrarse en la investigación de los procesos históricos y de las luchas sociales, en el conocimiento de la realidad laboral, cultural y política. Las Escuelas Populares, los Ateneos, los Centros Sociales Okupados, son algunas de las fuentes en las que queremos inspirar nuestro propósito.
Aspiramos a ser un espacio de reflexión y un cauce de lucha, una planta erguida más contra la injusticia y, al tiempo, un humilde vivero donde nazcan y se fortalezcan otras respuestas.
Venimos debatiendo sobre la identidad de nuestro colectivo-que no es lo mismo que identificación- desde hace algunos meses. Pero queremos compartir nuestras reflexiones con otras muchas gentes, con todos aquellos a los que nos unen preocupaciones y afanes sobre el mundo del consumo, la alienación del individuo, la ausencia de conciencia y solidaridad de clase, el fetichismo del crecimiento económico y sus fantasías tecnológicas, el rechazo de sangrantes antiguallas como la monarquía o el imperialismo, en definitiva, sobre los nuevos y viejos demonios pergeñados por los poderes contra nuestras vidas.
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