En Berri-Otxoak hai tempo que elaboraron unha lista con consellos moi prácticos e que é necersario ter en conta cando vaias á cita coa traballadora social na procura de respostas aos teus problemas económicos.
Así nolo contan: “Berri-Otxoak es una plataforma contra la exclusión social y por los derechos sociales, ni agentes institucionales, ni intermediarios, ni hermanitas de la caridad”. Con esa premisa aí van uns...
Consellos prácticos:
"- La trabajadora social es una empleada a quien se le ha encargado dar el visto bueno a las ayudas sociales. Desde luego tiene superiores políticos que le marcan directrices y le piden cuentas. En algunos lugares, están subcontratadas como autónomas, nada menos. Cada una tiene su carácter, compromisos personales e ideología. No es tu amiga/o, ni tu confidente.
- Prepara la entrevista e intenta llevar los papeles preparados. Puedes acudir con alguna amistad.
- Compórtate con corrección y dignidad. Exponle objetivamente tu situación de falta de recursos pero no entres en detalles íntimos. A la trabajadora Social no le interesa si tienes novio/a, y si te pregunta córtala. Ten en cuenta que si sospecha que tienes pareja (aunque no estéis registrados, ni muchos menos casado/a) tendrá en cuenta los ingresos de ambos. Y aunque ninguno de los dos tenga ingresos, lo que podrían ser dos Rentas Básicas separadas, se convierten en una, con una persona a cargo y la cuantía total sería menor.
- Los datos que proporcionas a la trabajadora social son confidenciales. Nunca podrán salir de los departamentos de Bienestar Social, del Ayuntamiento o la Diputación, por ejemplo a Hacienda. Deja claro a la trabajadora social que lo sabes.
- La vía administrativa (trabajadora social-concejal-alcalde-Diputación) no siempre es satisfactoria.
- La solicitud de ayudas públicas está pensada como una carrera de obstáculos para que abandones. Ármate de energía e insiste. La experiencia indica que exponer la situación a la prensa y tomar medidas llamativas (encerrarse en el Ayuntamiento, acampar en la puerta ó lo que la imaginación te sugiera) reaviva los trámites burocráticos.
- Es una reflexión falsa echar la culpa a otras personas sin recursos (que si los gitanos, que sí el vecino/a, que si el inmigrante..etc) de que nos denieguen ayudas sociales. Si las instituciones públicas quisieran. solucionarían más situaciones difíciles, con mayores aportaciones económicas, con viviendas asequibles...etc. No es un problema económico, sino un problema de voluntad política, porque dineros públicos (de todos), haberlos haylos.”