Como tantas veces as palabras de Marieta Manso, cheas de compromiso, poesía e sensibilidade, nos serven para pensar noutro mañá:
"No tienen nombre
los migrantes sin papeles que son detenidos, retenidos, en un Centro de Internamiento para Extranjeros
las trabajadoras que cosen horas delante de las máquinas
los campesinos que llegan a la ciudad con las uñas manchadas de tierra
las niñas y los niños que no van a la escuela
las que limpian los suelos que pisan otros, los espigadores de los cubos de basura de las ciudades, los que se quedan sin casa porque se la roba un banco.
Tampoco tienen nombre propio las personas que un día, hartas, enfurecidas, empoderadas, decidan dejar de ser invisibles."
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