No último encontro de Baladre acordamos facer un texto sobre como estamos a vivir nos nosos barrios o avance do capitalismo, tomando como punto de partida a situación do Parke:
Los diferentes colectivos y gentes que integramos BALADRE vivimos en carne propia la brutalidad con la que el poder, es decir los bancos, corporaciones y élites económicas, políticas y fácticas, está gestionando la llamada “crisis”.
Si el conjunto de la sociedad resiente las sistemáticas agresiones, bajo la forma de recortes de servicios por no hablar de la represión y la vulneración de derechos y libertades fundamentales, qué decir de los barrios donde las vecinas y vecinos ya nacemos en una “crisis” permanente, sorteando cómo y cuándo podemos la precariedad y la exclusión que nos impone el capital killer?
En nuestros barrios las recetas de la troika, ejecutadas diligentemente por el Partido Popular y sus aliados de turno en los diferentes niveles de administración, suponen estrechar aún más nuestras ya mermadas posibilidades de una vida digna.
Allí donde el capitalismo globalizado deposita todo lo que le sobra en su lógica de explotación y acumulación de beneficios, donde convergen la enfermedad y la marginación, las expulsadas del mercado de trabajo o las que sobreviven con salarios de miseria, las noticias sobre la escalada de la desnutrición infantil, la pobreza energética o el hacinamiento familiar, cuando no los bajos de las marquesinas, al no disponer de un techo, suenan demasiado distantes, demasiado asépticas. Porque el abandono es la realidad cotidiana en los barrio-miseria de estos países “centrales” venidos a menos.
Mas también aquí ha prendido la semilla de la rabia por la injusticia, dolor y sometimiento. Una rabia que nos impulsa a apostar por reconstruir la trama social que los mercados se han encargado de romper, por poner tiempo y energía para convencer y convencernos de que tenemos derecho a vivir con dignidad y libertad, por dejar la voz en denunciar las condiciones de precariedad en las que vivimos, por socializar los cuidados y poner nuestras necesidades en el centro de la acción política.
Así han nacido multitud de iniciativas que buscan pasar de la resistencia a la autodefensa, basándose en el apoyo mutuo, en la resolución colectiva de problemas que nos plantean como individuales.
Uno de estos viveros de lucha se halla desde hace 27 años en el Parque Alcosa, barrio situado al sur de Valencia donde el 75% de la población vive por debajo del umbral de la pobreza y hay más de un 35% de personas desempleadas. Allí han fructificado diferentes proyectos de economía autogestionada y, entre ellos, la Kooperativa de Limpieza, encarga de la gestión de ese servicio en el municipio de Alfafar, al que administrativamente pertenece. Dicha iniciativa, que dio lugar a que más de 500 personas pudieran disponer de un trabajo digno en todos estos años, ahora está amenazada por la actitud despótica de la administración local, en manos del Partido Popular, que pretende privatizar el servicio de limpieza viaria. La práctica recurrente del PP y sus secuaces, ensañados en privatizar nuestros derechos para el beneficio de los intereses empresariales, generó una lucha comunitaria en la que se llegó a una huelga de hambre de más de 45 días y una dinámica de movilización para salvaguardar el convenio de la Kooperativa, además de intentar lograr la puesta en marcha de unas serie de medidas urgentes dirigidas a dar respuesta a la situación de empobrecimiento y exclusión de la población del Parque.
Y es que la dejadez de las administraciones, que alternó con períodos en los que planes de intervención y la profesionalización de la acción social hicieron de la pobreza negocio y trataron de sofocar los procesos de auto-organización comunitarios, a día de hoy está de manos dadas con el desmantelamiento de nuestros barrios, ya sea por la criminalización de nuestras luchas y desarticulación de las iniciativas de organización y autogestión como en el caso del Parque Alcosa, o bien por el cierre de servicios básicos. La beneficencia toma el lugar de los derechos a la hora de satisfacer las necesidades de la población en un claro intento de despolitizar y, de esa forma, frenar cualquiera respuesta desde estos espacios y colectivos en exclusión.
En ese escenario de violencia estructural deliberada, no podemos dejar en segundo plano el coraje de las mujeres, recorridamente desahuciadas por el capitalismo y el patriarcado, que han emprendido y sostenido muchas de estas alternativas como estrategia de autodefensa propia y también de sus familias y comunidades. Denunciamos la doble y triple exclusión que sufren muchas de nuestras vecinas a las que la virulencia del sistema neoliberal se aúna a la violencia patriarcal e institucional.
Antes esa situación, las gentes y grupos de BALADRE, Coordinación de Luchas contra el empobrecimiento, la precariedad y la exclusión, queremos denunciar el proceso de desmantelamiento de nuestros barrios, la criminalización de los proyectos comunitarios y de autogestión que hemos plantado en alianza con otras muchas gentes, y reivindicar nuestro soberano derecho a decidir sobre nuestras vidas y a participar en los procesos de organización y resolución de los problemas que atañen a nuestras comunidades.
Manifestamos nuestra solidaridad infinita con las compañeras y compañeros de la Kooperativa de Limpieza del Parque Alcosa y anunciamos que no cesaremos en nuestro empeño de defender nuestras vidas de la voracidad capitalista y heteropatriarcal.